En este año que termina se cumplen ciento cincuenta años de la muerte de una mujer singular: “La Peregrina”.
Su figura yace en el polvoriento anaquel de tantos y tantos personajes que en, aquesta tierra, hoy tan olvidada de Alba, nacieron, moraron y como La Peregrina murieron.
María Antonia Jimeno Santa Rita, que tal era su nombre, pasará a llamarse María Antonia del Señor en el convento de Santa Isabel donde toma el hábito en 1846 profesando votos perpetuos con sesenta años, luego de una vida llena de acontecimientos por esos caminos de Dios que recorrió casi a pie la mayoría de las veces en condiciones de extrema pobreza.
María Antonia dejó escrita su historia que se conserva en el convento de Santa Isabel de Alba de Tormes. Estos relatos cayeron en manos de José María Domínguez Moreno quien realizó este pormenorizado resumen con motivo del homenaje que ASCUA le rindió a Mª Antonia en Garcihernández, donde nació en 1786, y allí se le puso el nombre de La Peregrina a una plaza.
Sea pues este pequeño tributo un recuerdo a su figura, y ojalá sirva para desempolvar las obtusas mentes que tienen en Alba de Tormes a tantos y tantos personajes en el olvido.
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