Tiempos difíciles los que corrían en Alba de Tormes, en particular, y en el resto de España en general, cuando el 9 de febrero de 1930 salía a la luz un nuevo ejemplar de El Tormes. Tiempos de incertidumbre política tras la reciente dimisión del dictador Miguel Primo de Rivera (30-01-1930) y la ascensión al poder del general Dámaso Berenguer, en lo que el ingenio popular denominaría dictablanda. Tiempos de nerviosismo, ansiedad e impaciencia que se recogen en la reseña que bajo el titulo “Del momento político” publicaba el número 14 del dominical albense en el que se informaba de estos cambios en el gobierno de la nación al tiempo que se congratulaba por el nombramiento como Ministro de Instrucción Publica del duque de Alba.
También sería noticia, en esta edición, el proyecto de construcción de una plaza de abastos, que con un presupuesto de 120.000 Pts no llegaría a fructificar, mientras que, en su primera página, incluiría una nueva entrega de los Recuerdos de Niñez de Sánchez Rojas, en los que, entre otros, relataba el traslado de los restos de D. Gutierre, primer señor de Alba, desde las ruinas del monasterio de San Jerónimo hasta la iglesia de Santiago, traslado éste que protagonizaría una curiosa anécdota que sería recogida en el diario ABC del día 30 de septiembre de 1908 al que se puede acceder desde aquí .
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