Como muestra de la preocupación que por el progresivo deterioro de nuestro patrimonio común compartimos con la revista Alba de Tormes al día, hoy, al incorporar a nuestra hemeroteca su edición correspondiente al mes de mayo, reproducimos, y hacemos nuestras, las palabras con las que su director, Roberto Jiménez, firma el editorial de esta publicación que alcanza ya el número 10.
Tinta aguada, arte humedecido
Bien de Interés Cultural desde el 24 de junio de 1993, no sólo por su arquitectura de estilo románico mudéjar, sino también por las piezas artísticas que acoge en su interior, muchas de ellas obras sacro del siglo XII al XVIII de gran valor y paso obligado para algunos grupos de turistas que acuden hasta nuestra localidad. Ésa es la iglesia de San Juan en Alba de Tormes, un templo que ha servido para albergar obras artísticas de otras iglesias, una ya desaparecida como la de San Miguel y otra en pie, la de Santiago. Esta última salvada de un posible derrumbe durante el año 2006 gracias a unos trabajos de consolidación.
Sin embargo ahora, la iglesia San Juan se encuentra en un estado preocupante y lo que es más grave de indefensión, sin una actuación definida, que permita depositar alguna esperanza en un futuro a corto plazo.
¿Qué pensarán los turistas que recibe la iglesia cuando a su entrada vean humedades y cubos que intentan apaciguar el dolor que provoca el agua en el interior del templo? Seguramente dirán que cómo podemos tener un monumento de estas características así, pero igual que sucede con el problema del desempleo, tenemos las manos atadas y no depende de nosotros. ¿De qué le sirve a esta iglesia haber sido declarada BIC si no existen actuaciones inmediatas que la protejan ante situaciones como ésta?
San Juan es propiedad de la Diócesis de Salamanca, que desde hace unos meses tiene un informe municipal a favor de la intervención. Incluso el Ayuntamiento estaría dispuesto a cofinanciar un 25% de la obra, sólo resta su firma para poder presentar una solicitud conjunta a la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León. Valga o no para algo, ese documento debería firmarlo ya y empezar a moverse porque las goteras están en su casa y afectan directamente a los fieles que acuden a rezar, a los asistentes a un concierto de la Banda de Música y a los turistas que vienen contemplar un monumento con mayúsculas. Pero es más, afecta directamente a una parte de la historia de Alba.
Lo cierto es que independientemente de dónde proceda la ayuda, bien sea del Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León o de la propia Fundación de Patrimonio Histórico, la iglesia de San Juan y los fieles que acuden al templo reclaman una intervención inmediata.
A razón del reportaje que publicó albadetormesaldia.es el pasado 11 de marzo y que sirvió para denunciar el estado de la iglesia, un internauta comentaba que “cualquier día se viene abajo la parte del antiguo hospital, donde estuvo ubicada una antigua escuela taller”.
Y no le falta razón, cualquier vecino debería tener opción de ver su interior, aunque fuese en fotografías, para que observe cómo afecta su ruinoso estado a la iglesia de Santiago y al Teatro. Además para que no se sorprenda si algún día sucede algo grave, porque los derrumbes en su interior ya han comenzado.
¡Será que la Diócesis tiene otras prioridades?
ResponderEliminarYa ha solicitado ayusas a las administraciones para obras en varios templos de Salamanca. Decía el obispo que la Diócesis es muy pobre, aunque la gente crea lo contrario. Y es que cuando hicieron el Seminario de Calatrava que costó doce millones de euros se quedaron sin dinero.
Visto lo visto, querrán "espaciar" las solicitudes para no abrumar.