Promovidas por Elías Tormo1 y como resultado de algunas de las excursiones didácticas realizadas por el aula de Historia del Arte del Doctorado de Historia de la Universidad Central de Madrid, la Sociedad Española de Excursiones publicaba, en el primer tercio del pasado siglo, las Cartillas Excursionistas «Tormo».
La número VIII de estas Cartillas (Hauser y Menet. Madrid. 1931) está dedicada a Alba de Tormes y contiene un somero estudio histórico-artístico de nuestra localidad basado en la observación directa y en textos precedentes tales como los Recuerdos y Bellezas de España, de José Mª Quadrado, la Guía histórico-descriptiva, de Fernando de Araujo, o los Recuerdos y Bellezas de Alba de Tormes, del que fuera alcalde de la villa Tomas Rodriguez Rubio, textos que ya forman parte de la biblioteca de Entre el Tormes y Butarque a la que hoy incorporamos esta Cartilla Excursionista «Tormo» VIII gracias, una vez más, a la colaboración de Miguel Manuel Martín quien nos ha facilitado copia digital de uno de sus originales.
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1 Elías Tormo y Monzó: (Albaida 1869 – Madrid 1957). Doctor en Derecho y Filosofía y Letras, catedrático de Derecho Natural en la Universidad de Santiago de Compostela y de Historia del Arte en las de Salamanca, Granada y Madrid (de la que sería Rector) desempeñaría el puesto de Ministro de Instrucción Pública durante la "dictablanda" del general Dámaso Berenguer(1930-1931).
Otra interesantísima aportación como todas las que van dando forma a ese proyecto de biblioteca virtual de temas albenses. De la lectura de esta cartilla, dos cosas me han llamado especialmente la atención:
ResponderEliminarHay un fallo, no sé si intencionado o tal vez se deba al desconocimiento del autor, pues transcribe erróneamente los versos originales de “El trovador” de Antonio García Gutiérrez, el drama romántico español más popular de momento y que más tiempo duró en escena, cuyo fondo histórico se localiza no en nuestras tierras sino en el Aragón del siglo XV. No es "al Carpio" sino “Al campo, don Nuño, voy…”
El otro aspecto que me ha llamado la atención es que al torreón se le nombra con el término “turrión”. En un comentario anterior en este foro expliqué la confusión terminológica torreón/turrión por la proximidad geográfica con el dolmen del Turrión tal y como lo recogía el agustino César Morán en su obra “Reseña histórico-artística de la provincia de Salamanca”. Confieso que ahora tengo serias dudas ante la posibilidad de que se trate de un término procedente del habla popular leonesa, por esa tendencia al cierre de la vocal átona o > u y a convertir el hiato –eó- en un diptongo –ió- con el consiguiente cierre en la vocal átona. En algunas zonas aisladas de las tierras astur-leonesas aparece “turrión” con el significado de ‘terco o tozudo’ pero nunca se refiere a ‘torre grande’ como es nuestro caso. Ahí queda para los estudiosos interesados un posible ejemplo de leonesismo que se sumaría al ya conocido de ”alfóndiga”.