lunes, 3 de enero de 2011

SEMBLANZAS DE ALBA EN EXTREMADURA

En «recuerdo y homenaje a todo lo que hizo y quiso» por su tierra, publicamos en su integridad ésta semblanza biográfica que recibimos desde Alba de Tormes sobre uno de sus hijos más preclaros que acaba de abandonarnos.
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FALLECE MANUEL VEIGA LOPEZ
Ex Presidente de la Asamblea Extremeña
Por José Yáñez Rodríguez

En 1935 la Plaza Mayor de Alba de Tormes recibe al que sería la enciclopedia viviente de la Villa, Manolo Veiga. Con cuatro años recala en la capital pacense y en esta tierra extremeña discurrirá su amplia biografía y la mejor sabiduría, hecha gestión, del ilustre prohombre albense que siempre tuvo la Vega Garcilosiana como meta inmediata de disfrute y honra de su pueblo. En Badajoz, Mérida y Cáceres sabrán de su buen hacer humano, docente y político.

Albense, de rancia raigambre de su albo pueblo, apasionado de la cultura, socarrón inteligente, impenitente tertuliano, dialogante, seductor transformador de la sociedad y de la justicia social: “estábamos allí por un afán transformador. Me seducía menos el tema de la libertad que el de la JUSTICIA SOCIAL”, decía con orgullo. Disfrutabas desde tú atalaya del ESPOLÓN POETICO del cambio experimentado en la Villa Tormesina y en sus ávidas conversaciones con sus paisanos respingaba alegría sintiendo el abandono del caciquismo que se sufrió en épocas pasadas. Brillaba con su ironía y humor inteligentes convenciendo con sus doctas manifestaciones.

Recordaba con gratitud enfática su etapa docente en la UEX como profesor de Derecho Romano y con nostalgia salmantina su colaboración en la Cátedra Tierno Galván de la Universidad de Salamanca. Tiempo muy reconocido por sus alumnos. Le gustaba el contacto con los estudiantes pulsando sus inquietudes para abrirles en lo posible con sus enseñanzas un camino a seguir.

Eficiente gestor en política. Su primera etapa en la Presidencia de de Diputación de Cáceres (1983 -1987) fue espectacular: 30 Casas de Cultura, culminación de la Institución EL BROCENSE, el inicio del Complejo Cultural de Plasencia, donde la Banda de Alba, entonces municipal, tuvo el honor de ser aplaudida en un gran concierto. Agua, luz y carreteras por doquier. Lo más cercano de una Institución al pueblo lo consiguió este humanista, azañista convencido. “Lo intelectual sin eficiencia no sirve para nada” era su máxima en el trabajo de sus equipos. Con ello consiguió el éxito y el reconocimiento de todo un pueblo y en sus visitas continuas a su Alba de sus paisanos. El respeto, el trabajo y la ilusión siguieron siendo el guía de su labor provincial (1983-1995).

Fiel a su concepto de lo que hoy debe ser la política, fiel a su ideología defendida en Izquierda Socialista le han convertido en un constante crítico denunciando tanto político advenedizo capaces de embadurnarnos por y para siempre de propaganda llena de ruindad y de contenidos prosódicos para la consecución de sus intereses personales y el olvido de sus electores. Desde el reposo obligado por sus males diabéticos y de visión siguió luchando por una Extremadura real, sin clientelismo. Quería un pueblo ajeno a las Instituciones, a las vituperadas subvenciones. Deseaba una ciudadanía despierta, “que ya amanece pero despierta muy despacio” se lamentaba tomando un café en las Cortes Extremeñas de las que fue su Presidente (1997-2003).

Una malvada retinopatía cercena su avidez lectora y su fiebre de didáctico escritor. Cuatro libros legan tus vastos conocimientos de historia y tu profundo reconocimiento por la tierra extremeña:
  • Extremadura 1983-2058. Historia del futuro (1990)
  • Fusilamiento en Navidad; Antonio Canales.
  • Tiempo de República (1993)
  • Extremadura venial partitocracia (2004)
Libros que recibí de tu sincera amistad. Relación que prodigabas con las gentes de tu pueblo en forma excepcional. Cualquier motivo era razón suficiente para revivir tus vivencias que narrabas impresionando tu memoria reconociendo cuanto te había rodeado en aquellos nefastos años de guerra y presagios criminales. Por todo preguntabas, no olvidaste aquellos apodos domésticos por el que a los albenses se nos conocía. Aún podemos recordar, con inmensa gratitud, aquellos viajes multitudinarios de nuestras gentes a tierras extremeñas disfrutando de estancias mimadas por toda una Institución Provincial. Momentos que lograron disipar rencillas, enfrentamientos y enemistades ayudando a conseguir un pueblo sin fisuras. Tus idas y venidas continuadas a tu pueblo nos daban categoría, tus enseñanzas no reconfortaban y tus consejos eran planes a ejecutar que en tu siguiente viaje analizabas como estaban en su ejecución. Los niños de aquella maldita y obsoleta Residencia Provincial de Niños (hospicio ingrato) también pudieron saborear algunos veranos en el Piornal Residencia Presidencial de vacaciones estivales. Eras todo humanidad.

Te esperamos con gratitud manifiesta. Veremos tu obra de teatro dedicada a tú Teresa estrenándola con tu sabia vigilancia. No es para menos. Estarás con nosotros en un sitio privilegiado junto al bohemio Sánchez Rojas y rodeado por la influencia de Lope de Vega e Isabel de Urbina. Serás recordado siempre como el gran benefactor de un pueblo que tuviste que abandonar y que tú nunca olvidaste. Te miraremos en una gran avenida y tus merecimientos serán pregonados por doquier. Cada mañana te encontrarás con la frescura de Garcilaso y cada momento vivirás lo que la España maldita te robó. Pondremos:
MANOLO VEIGA LOPEZ, ALBENSE Y EXTREMEÑO. SOÑADOR, CULTO Y TRABAJADOR.

José Yáñez Rodríguez. (Alcalde para ti)