Coincidiendo con el 127 aniversario de su nacimiento, ponemos a disposición de cuantos se sienten atraídos por el buen hacer literario de José Sánchez Rojas una nueva de sus obras que, como en ocasiones anteriores, nos ha sido facilitada por Miguel Manuel Martín, colaborador habitual de esta página.
En este caso nos ocupamos de Mercedes, relato corto publicado por la revista Los Contemporáneos en 1923, apenas unos meses después de haberse puesto a la venta el Tratado de la perfecta novia por el que, sin duda, se siente influenciado y con quien comparte un mismo estilo, dulzón y almibarado, cuando la trama enfoca hacia alguno de los temas argumentales que presumimos como los principales anhelos existenciales del escritor albense –el matrimonio y la paternidad-, anhelos estos que ya hemos visto aflorar en otras de sus narraciones y que en determinadas etapas de su vida constituyen una de sus temáticas recurrentes.
La novela, ambientada en la Salamanca de principios de siglo XX, se desarrolla en torno a una relación sentimental que bien podría ser reflejo biográfico de alguna mantenida por su autor, y a la que éste imprime visos de verosimilitud al situar a sus personajes inmersos en acontecimientos y lugares reales y fácilmente identificables por el lector tales como el desenlace de la algarada estudiantil del 2 de abril de 1903 en la que dos universitarios cayeron abatidos por el fuego represivo de las fuerzas del orden, o la visita que sus protagonistas realizan a Alba de Tormes, tierra natal de Rojas que aquí describe de forma somera.
Buenas noches, Gerardo Nieto:
ResponderEliminarGracias por publicar -el día del aniversario de José Sánchez Rojas, este relato tan poético, divertido y como ocurre en la vida misma con un final triste pero esperanzado.
Me ha encantado. Es una narración llena de frescura y poesía.
Mientras leía, imaginaba al enamorado de Mercedes corriendo por las calles de la Ciudad, comparándolas con las de Florencia y a su novia con Beatriz, y la alegría del encuentro.
Y el contraste resumido en una frase (pág.19) cuando ella marcha: “Salamanca me pareció entonces vacía”
Es para comentar y disfrutar con su prosa poética, renglón a renglón.
Me he reído, hasta la carcajada, en la pág.4 del PDF, imaginándolo con la lengua fuera y la disculpa por “el retraso”; luego en el pasaje de la iglesia con los dos viejos catarrosos...; en la reja vigilados por las vecinas ociosas y cucharonas, ...
Y qué bonito el sentimiento romántico del amor auténtico de juventud, la bondad de los dos enamorados, y la ternura de Mercedes con sus palabras llenas de dulzura hasta cuando le llama majadero y en apariencia parecía regañarlo, y ...cuando se enfadaba consigo misma.
Preciosa la pág.15.
(Mercedes)...”era un vaso de agua fresca para mi espíritu”.
Gracias también a Miguel Manuel Martín.
Dejo el Véante mis ojos
Saludos