Se la ha echado de menos.
Ha resultado extraño que las procesiones de la pasada Semana Santa no hayan contado con el acompañamiento musical de esta agrupación próxima a cumplir sus cincuenta años de historia.
Esperemos que solo haya sido una ausencia circunstancial, que no sea un adiós definitivo.
Ojalá se trate únicamente de un breve paréntesis y que tras él, resuenen con nuevos bríos los tradicionales redobles de sus tambores y las fanfarrias de sus cornetas.
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