Esto es lo que encontramos, vivencias de cien años atrás, en esta reseña publicada el 12 de junio de 1914 en la que el diario salmantino El Adelanto describe el ambiente que por entonces se vivía en Alba de Tormes en torno a las peregrinaciones que, con motivo del III Centenario de la Beatificación de Santa Teresa, se acercaban a su sepulcro, así como la acogida prestada por la población albense y sus autoridades –civiles y religiosas– quienes, además de una activa Comisión de Festejos, habían puesto en marcha una Comisión de Hospedajes encargada de procurar y facilitar el alojamiento y manutención de los peregrinos.
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