Alba de Tormes, 16-10-1897
Ceremonia solemne de inauguración de las obras de la Basílica
Las opiniones aquí reflejadas corresponden a los comentaristas y no representan, necesariamente, las del autor de Entre el Tormes y Butarque, quien se reserva el derecho a eliminar aquellos comentarios que considere inadecuados, bien por utilizar un lenguaje indecoroso, emplear descalificaciones personales, ser repetitivos o introducir argumentos al margen del tema de debate.
En caso de que no desee revelar su verdadera identidad se sugiere que utilice un alias o nombre ficticio, lo que agilizará el debate y permitirá identificar claramente la autoria de las opiniones que quieran ser rebatidas o corroboradas por otros comentaristas.
Buenos días, Gerardo Nieto:
ResponderEliminarHe pensado que quizás entre las personas que aparecen en las fotografías podía encontrarse José Sánchez Rojas, que contaba 12 años. Pero tal vez, por la fecha escolar, estuviese en Ciudad Rodrigo.
Y he recordado este precioso artículo del escritor albense, que usted [en HEMEROTECA] nos ofrece de la serie que publicó EL TORMES, en 1930, del que copio este fragmento:
«Alba está ya muy transformada.
Con las obras de la Basílica, comenzadas si no recuerdo mal hace veintidós años, desapareció un barrio entero. Luego, al tapiar las Madres Carmelitas la huerta del Monasterio, desaparecieron las casucas del ala izquierda de la calle de San Pedro. Y con ellas, la ermita de la Cruz, de donde salían los judíos y los pasos de Jueves y Viernes Santo.
Era pintoresca aquella barriada que ha desaparecido. La ermita formaba ángulo con una callejita que desembocaba en una plazuela llamada “la Corralada”. Los habitantes del barrio eran pescadores y gente humilde, por lo general. En aquel barrio estaba el Colegio privado de segunda enseñanza, que desapareció afortunadamente, porque no prestaba utilidad alguna al pueblo y su existencia obedecía al deseo de invertir una partida del presupuesto municipal en favorecer amigos ».
Saludos