15 octubre 2016
Sor Lucía Caram
Decía Santa Teresa, que si en medio de las adversidades, persevera el corazón con serenidad, con gozo y con paz, eso es amor.
He venido de lejos a celebrar con vosotros vuestra fiesta, y vengo con serenidad, gozo y paz, porque Alba de Tormes y los albenses, se merecen todo mi amor, mi respeto y mi admiración. Se merecen mi agradecimiento por invitarme a compartir y a celebrar su fiesta que es parte importante de su vida y por custodiar la memoria de Teresa, que es un Patrimonio de la Humanidad.
Me habéis invitado porque vosotros y a mí, como a Teresa, nos mueve el amor por la humanidad, la pasión por la vida, la vida digna y abundante de todos; y porque sabemos, vosotros y yo, que el Dios de la vida que sedujo a Teresa de Jesús y que llenó su vida y que la colmó, es el que nos anima y sostiene también a nosotros.
Sólo Dios Basta. Decía y repetía nuestra Santa. Esta fue su gran intuición y experiencia, y este es hoy su mensaje y su legado, en un tiempo en el que no siempre lo tenemos fácil para vivir en paz y armonía. ¡Cuántas veces hemos repetido con Teresa, en momentos en los que el miedo, la incertidumbre y la inestabilidad nos visitaban:
Nada te turbe, nada te espante
Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza
Sólo Dios Basta
Teresa descubrió que Dios que es la vida, y la vida de todos los hombres y mujeres. Que Dios es fuerza y compromiso que inquieta y moviliza, que sacia y que a la vez es insaciable, porque siempre clama y reclama más y más: más compromiso, más implicación, más justicia, más dar la vida que recibimos de Dios, pero a todos. Darnos más a los otros. Darlo todo sin retener nada.
En esta magnífica noche, en esta entrañable Ciudad Salmantina, quiero compartir vuestra fiesta y vuestra vida, quiero que juntos celebremos y demos gracias. Y por qué no, compartamos, al calor y al abrigo de la “Santa”, algunos retos, algún sueño, mientras evocamos su figura, y recordamos su historia, y respiramos su legado.
Teresa de Jesús. Teresa de Ahumada, Teresa de Alba de Tormes, la nuestra, la vuestra. Ella entregó en esta bendita tierra su alma, luego de haberla entregado a lo largo de toda su vida, por los caminos, a los nobles, sacerdotes, amigos, a sus monjas, a los jerarcas, a la humanidad.
Muchos se preguntaron en estos días qué une a esta monja venida de allende los mares y ahora desde Manresa a la Santa, para ser digna de un pregón.
Lo primero que tengo que decir es que Teresa es de todos, y que difícilmente en la tradición cristiana haya gente que no haya recibido su influencia y ayuda, y también su fuerza y su inspiración para romper moldes y Abrir caminos.
Ella es una gigante de la espiritualidad y de la mística, que ha marcado la vivencia cristiana y la vida de oración de generaciones de contemplativos y contemplativas a lo largo y ancho del mundo. Por tanto ella está vinculada a todos los que asistimos a su escuela de oración, auscultando sus deseos de Dios, su amor a la Iglesia y a la Humanidad. Los aprendices de oración, entendimos que oración era “hablar de amistad con quien sabemos que nos ama”, y no grandes elucubraciones. Si amigos, Teresa, en una sociedad que algunos dicen ha olvidado a Dios, nos recuerda que siempre hay alguien que nos ama y nos sostiene, y seguramente ahí reside la grandeza de su mensaje y de su vida. Que lo descubrió y se dejó transformar porque quien es bien, verdad, amor, justicia, bondad. Ella nos enseñó que cuando los tiempos aprietan, basta con seguir el impulso del corazón, elevar una sencilla mirada al cielo, dar un grito de agradecimiento y de amor, en la penas y en las alegrías. Y que ello reconforta el alma y la vida.
Teresa es un referente para la literatura, porque ella hizo de su experiencia, un auténtico poema, y pudo plasmar, lo inefable, lo que no se puede describir, porque lo supera todo de forma inigualable.
Como ella, como Teresa, que decía que la humildad es andar en la verdad, confieso que hoy me siento muy pequeña y también muy privilegiada. No tengo méritos suficientes para glosar su legado, pero sí amor comprometido para no faltar a esta cita.
Y por eso, como mujer, como monja, como contemplativa, como enamorada de la humanidad y seducida por Dios, al igual que Teresa, me atrevo a balbucear su mensaje que hoy también tiene vigencia.
Teresa de Ahumada era una monja de clausura, pero nadie, a pesar de que lo intentaron, la clausuró. Era una andariega, y su alma inquieta, la llevó a ir por los caminos, fundando conventos y clamando por una vida auténtica y por una gran reforma de vida y costumbres. Amando a todos, de todos era amada y a veces temida por su verdad y rectitud.
Una mujer que tuvo su tiempo de mundanidad y vida acomodada, pero que ante la imagen de un Cristo sufriente, comprendió que ese hombre desgarrado que lo dio todo, es el que hoy vive y pervive en el dolor y desgarro de tantos y tantos hermanos que viven y mueren y que padecen diversas y nuevas formas de crucifixión, exclusión, abandono.
Cuántas veces giramos la cara ante el dolor humano, ante el temor y la impotencia. Ella lo miró fijamente, le plantó cara y se dejó traspasar el alma y el corazón por el amor.
Y desde entonces ella fue toda de Dios y toda para la humanidad. Porque no se puede vivir buscando a Dios y toda la humanidad. Porque no se puede vivir buscando a Dios y pasando de la historia que nos rodea.
Teresa fundó Conventos, “palomares” que dicen en la tradición carmelitana, y desde la paz que buscó y encontró, echó a volar y entendió que el mundo clama y reclama esa paz, y que esta nace solamente del corazón reconciliado, pacificado, comprometido.
Osada, inquieta, sedienta de sentido y de verdad, en el silencio de su corazón, en Dios, en el vaciamiento del egoísmo encontró la repuesta y las fuerzas necesarias para emprender, primero su conversión y después la gran reforma que reclamaba el Carmelo, y que iluminó a la sociedad.
Hoy el mundo clama y reclama una gran reforma. Hoy la Iglesia y nuestra Sociedad necesita de forma urgente una gran reforma, y esta será una realidad, no desde la charlatanería ni de las palabras vacías y menos desde la tristeza y el desánimo, “tristeza y melancolía nos las quiero en casa mía”. Sino desde el amor inquieto que no teme romper con lo de siempre por lo que toca y corresponde, desde la paz y el respeto, pero desde la contundencia y la verdad.
“No podemos hacer grandes cosas, pero sí pequeñas cosas con un gran amor”. Este es el secreto de su reforma, y tal vez de la que nos toca hoy. Será la única forma de humanizar nuestra humanidad y de hacer este mundo más digno y habitable.
Teresa no lo tuvo fácil, pero su experiencia fue tan fuerte y tan real, tan humana, que más que la inquisición se alzara implacable sobre ella, no dudó en seguir adelante y acometer una gran reforma.
Ella tenía que obedecer a Dios y no los ahombres y por eso cedió sin ahorrar fatigas, se sentía pequeña pero como lo tenía claro “las cosas debían cambiar” tomó la determinada determinación y se convirtió en una mujer implacable, inquieta e inquietante: políticamente incorrecta, entrañablemente humana.
Nosotros tampoco lo tenemos fácil. Nuestros tiempos también son convulsos y exigen una gran reforma, y aquí tampoco valen las excusas.
Hoy también hay un estilo de vida que debe cambiar. Hoy es intolerable que se haya globalizado la indiferencia y que nos resignemos mirando para otra parte cuando los problemas apremian a tantos hombres y mujeres.
Teresa fundó conventos y no temió la dureza de los caminos para recorrerlos y dejar estelas de esperanza y sentencias movilizadoras, despertando conciencias acomodadas y dormidas.
Hoy herederos del fuego que devoraba sus entrañas no podemos quedar impasibles viendo pasar la historia, el amor es creativo y toca cambiar el mundo cambiando propio corazón
Toca fundar proyectos y espacios en los que la dignidad de las personas no sea negociable. Toca movilizarse ante el dolor y el sufrimiento que hoy desfigura el rostro de tantos hermanos: refugiados, sin papeles, sin trabajo, sin derechos, sin dignidad. Esos rostros del crucificado son imagen de aquel Ecce Homo que conmovió la vida de Teresa.
Amigos: La fe, la experiencia de Dios nos remite siempre al corazón de nuestra historia y a la historia de nuestros contemporáneos.
Dejemos que en la experiencia cotidiana, en medio de los pucheros, nos hable y nos mueva AQUEL que llevó a Teresa a arder en pasión por la humanidad.
Recordad: “Si nos dejamos dominar por el temor nunca haremos nada”
Pero no lo olvidéis el único camino que conduce a la paz, a la fraternidad, a la vida digna plena y feliz, es el que recorremos cada día, codo a codo, compromiso a compromiso, con todo los hombres y mujeres de buena voluntad (que a veces piensan diferente), que creen que es posible otro mundo, y que están dispuestos a dejarse la piel y la vida para que sea una realidad.
__________________________________
Un gran pregón, emocionante y emocionado. Sor Lucía Caram conoce bien a Santa Teresa, más que muchos de los que hoy han gritado como energúmenos enfurecidos. El odio ciega y hace que algunos seres sean peor que las alimañas.
ResponderEliminarGracias, Sor Lucía Caram, mi admiración por su labor y un gran abrazo de hermanas en Cristo.
Gracias, al Alcalde de Alba, ha sido una elección magnífica.
Gracias, Gerardo Nieto. Estaba triste por lo de Sor Lucía Caram, pero su Pregón de AMOR me ha hecho vibrar.
Al alcalde le vienen bien estas palabras de apoyo pues todas las demás palabras son en su contra. El pregón será todo lo bueno que se quiera pero está pregonera no se la debía haber traído a provocar y ensombrecer la fiestas estando avisado como lo estaba.
Eliminar¿Por qué están en contra del Alcalde? ¿Quién ha montado este paisaje desolador y mezquino? ¿Las alcaldías DEMOCRÁTICAS tienen que pedir permiso para traer pregoneros/as a los NAZIS del Centro Social de Salamanca y a algunos albenses franquistas? Entonces no llamemos democracia a los que quieren que nada cambie y sigan los dictadores mandando en la Sombra. ¿Por qué tanto odio hacia una religiosa, que se dedica a dar de comer a los pobres y está al lado de los necesitados? Me ha dado bastante rabia que mi pueblo Alba de Tormes, tenga que salir en la prensa por unos cuántos descerebrados. Cuando digo que soy de Alba me dicen: "Sí del pueblo dónde tiran al río a la gente" Alba es más que todas esas mezquindades de politiquillos fascistas y que quieren mandar por y sobre todas las cosas. Qué Alba de Tormes salga en la Prensa por su Historia y por Santa Teresa.
Eliminar"El que tenga oídos para oír que oiga"
Pasad buenas fiestas y dejad las rencillas a un lado.
Gracias, Gerardo Nieto Arias.
Pues que se vaya a dar de comer a los pobres en Cataluña con el dineral que se lleva de las televisiones y no venga aquí a prepararla.
EliminarBuenos días, Gerardo Nieto:
ResponderEliminarEl albense que más amó a su tierra, José Sánchez Rojas, amaba Cataluña.
Los lugares de la tierra, son maravillosos en sí. Todas las gentes que los ocupan, tristemente, no lo son siempre.
Saludos.
No te equivoques. Ella no ha venido a preparar nada sino a dar un pregón al que ha sido invitada. Los que si vinieron a prepararla, a costa de los albenses, fueron cuatro intolerantes a los que encima, alguno le aplaude.
ResponderEliminarEs cierto, no se como es que se le ha ocurrido invitarla, ha sido un gran error.
EliminarLa simple posibilidad remota de que hubiera altercados tendría que haber hecho rectificar al alcalde por algo que, a mi parecer, fue un error.
ResponderEliminarDecir que el pregón estaba cargado de conocimiento de Santa Teresa, es mucho: estaba cargado de lugares comunes traídos para lanzar las 3 o 4 ideas que siempre lanza Lucía Caram allá por donde va.
¿Conoces a Santa Teresa? Sor Lucía Caram, en el Pregón ha demostrado conocerla bien. Ha hablado de España, de Alba de Tormes y no de independentismos, ni de ideas raras. Claro que, con tantos silbatos, pitidos y agresiones, es normal que no sepas de lo que habló. ¿Por qué por 4 descerebrados nazis, el Alcalde tenía que haber suspendido el Pregón? Creo que la LIBERTAD prima por encima de las ideas de cada cual. O aprendemos a respetar a los demás o la DEMOCRACIA no es tal, es simplemente una palabra más entre todas las que ocupan el Diccionario. Nací en Alba de Tormes, quiero a esta tierra y a la Santa, que siempre llevo conmigo y me da mucha pena que ocurran estas cosas en mi pueblo. Llevo una lema desde siempre: VIVE Y DEJA VIVIR.
EliminarPerdona, Asun, pero mi afirmación, cuando quieras, te la demuestro: lugares comunes traídos para lanzar las 3 o 4 ideas que siempre lanza Lucía Caram allá por donde va. NO he dicho que fueran ideas independentistas ni nada por el estilo.
EliminarTampoco, en mi afirmación, hay ninguna intención de crear confrontación, cosa que tú si has interpretado por lo que sueltas... He leído el pregón, conozco MUCHO a Santa Teresa y te puedo decir que de ella, cuatro cosas y, como he dicho, lugares comunes.
Claro que la libertad ha de primar. Pero también la seguridad de los ciudadanos a los que un alcalde sirve. En primer lugar, se equivocó al traer a Lucía Caram, a sabiendas de la polémica que esta buena mujer siempre crea allá donde va. Pero se ha equivocado más al no suspender el pregón a sabiendas de lo que había o iba a pasar. Eso sí es vivir y dejar vivir.
Ya no entro en quiénes estuvieron en la pelea: pero dos no pelean si uno no quiere. Y, casualidad, uno de los que quiso era de fuera, es verdad. Pero el otro, el que suelta el mamporro a mano abierta (¿has visto el video?) es de Alba de toda la vida... y simpatizante del Psoe, para más inri...
Libertad. Democracia. ¡Pues claro, Asun Amada Libertad! Pero también GOBIERNO con cabeza. Cosa que este buen Jesús no ha hecho y que nos ha llevado a estar en boca de todos, y no para bien. Así que... ¡gracias, Jesús!
Muy buena contestación la que has dado a esta señora que cree estar siempre en posesión en exclusiva de la verdad y la razón.
EliminarEl pregón es un compendio de todos los tópicos acerca de Santa Teresa y su vida. Cualquier religioso/sa con un mínimo de relación con Alba lo habría hecho igual pero con mucho más sentimiento "albense".
ResponderEliminarPero eso si, el nombre de Alba de Tormes no habría aparecido en toda la prensa nacional por los lamentables sucesos por los que ha sido noticia.