La desaparecida iglesia de San Miguel
José Luis Miñambres
El paso del tiempo, y la desidia cruel de los humanos, desconocen la piedad del ayer lejano y el eco cruel en los ladrillos rojos de la torre antigua. La iglesia de San Miguel, joya románico-mudéjar, alejada del corazón centenario de Alba, sucumbió a los pasos amargos de la nocturnidad, y el olvido: el abandono cruel y despiadado. Y lo hizo en la sombría y desangelada noche de los tiempos.
No sería justo que el pueblo de Alba, ahora en tiempos tan veloces e informáticos, olvidara el valor testimonial de la lejanía del ayer, contemplando actividades evocadoras e ignotas en nuestros días.
El templo conservaba los judíos, los pasos de las procesiones de Semana Santa. Sus puertas cobijaban con fervor y pasión, en el Domingo de Ramos, el remate, económico de la subasta para llevar la procesión. Y…no importaba tanto el sentimiento religioso como la cantidad, en vil metal, que entonces era lo de menos: O tal vez, en limpias fanegas de trigo de la cosecha anterior, guardadas con celo en la panera.
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