Concepción Miguelez, y con ella el Partido Popular, recupera la alcaldía del Ayuntamiento de Alba de Tormes después de cuatro años y tras superar en número de votos, y ediles obtenidos, al resto de candidaturas que concurrieron a las pasadas elecciones municipales. No obstante, al no disponer de mayoría absoluta, ha precisado del apoyo de los concejales de Ciudadanos, grupo municipal con quien ha suscrito un acuerdo que trata de sintetizar el programa electoral de ambas formaciones y que se concreta en 100 puntos cuyo cumplimiento esperamos y deseamos; si bien algunos de ellos no dejan de sorprendernos y no podemos por menos de comentar, aunque con las lógicas reservas al tratarse de una información que no hemos recibido directamente, sino a través de una fuente que, por su afinidad, consideramos fiable aun a pesar de algunas de las imprecisiones con las que, a veces, nos ha desconcertado.
Y así, en una primera ojeada, encontramos que:
- El punto 7 habla de “Reducir la deuda municipal destinando íntegramente los importes de la diferencia o ahorro de las dedicaciones totales, parciales, de confianza, amortización de puestos laborales, alquileres de instalaciones públicas”, sin que lleguemos a entender si esa “amortización de puestos laborales” es una intención de reducir la plantilla municipal, o a que se están refiriendo.
- En el 62 manifiestan su intención de crear “una Comisión de Fiestas con la participación de las asociaciones de la villa, en especial la Asociación de Jóvenes y Peñas, el sector de la hostelería y las comunidades religiosas.”, ante lo que no podemos dejar de preguntarnos que pintan las “comunidades religiosas” en una comisión de Fiestas civiles, que son, en definitiva, de las que se tiene que preocupar un Ayuntamiento.
- El 52 recoge su compromiso con la “Limpieza de la margen izquierda del río para la creación de un paseo fluvial.”, lo que esperamos sea un error y en realidad se estén refiriendo a la margen derecha, pues no acabamos de comprender ni dónde ni para qué queremos un paseo fluvial en la “margen izquierda”, salvo que ¡le demos la vuelta al río!
En definitiva, 100 medidas –con repeticiones que imaginamos necesarias para alcanzar esa cifra– que, repetimos, esperamos y deseamos –con algunas matizaciones– que se cumplan aún a pesar de considerarlas, en algunos casos, generalidades cercanas a la demagogia y ajenas a las competencias municipales.
"En Alba de Tormes no sólo los cangrejos caminan para atrás"
ResponderEliminarTriste y decisiva resultó la intervención del Prior de los carmelitas en la campaña electoral. Los que hemos conocido a verdaderos frailes, a hombres de fe, a hombres de Dios, sentimos vergüenza y asco por el proceder partidista y arbitrario de ese supuesto religioso.
ResponderEliminarA mí no me sorprende en absoluto. La ortodoxia católica española siempre ha estado del mismo lado. Ahora con la alcaldesa/catequista de su parte tendrá más protagonismo si cabe los próximos cuatro años. Eso pasa porque habéis estado haciendo el caldo gordo a los curas y monjas la pasada legislatura. Si hubiérais dedicado más tiempo a practicar el laicismo, a estar más pendiente de los problemas de la gente que de dar gusto al clero, otro gallo nos hubiera cantado. Van a estar riéndose de vosotros un largo tiempo y por lo que la propia alcaldesa ha dicho en la toma de posesión, nosotros a aguantar otros cuatro años de fanatismo teresiano. Que dios nos coja confesados.
EliminarEnigma original del gran Baltasar del Alcázar que respuesta bien pudiera recibir, en aquesta Villa tan nombrada tras los recientes sucesos electorales:
ResponderEliminar¿Quién es quien fraile se llama,
y sabe Dios si lo es,
con tranzado como dama,
del colodrillo a los pies?
Verdecillo y descortés
salió de su nacimiento;
pero, por vuestro contento,
tirad del tranzado al fraile
y caeros ha en donaire
su nuevo comedimiento.
Es el fraile de la haba
Alba is different.
ResponderEliminarBlack Spain!