domingo, 31 de diciembre de 2023

92 aniversario de la muerte de Sánchez Rojas

HA MUERTO SÁNCHEZ ROJAS

SALAMANCA. 31 (1 T.). – A las once de la mañana, en el Hotel Términus, donde se hospedaba, ha fallecido el Ilustre escritor don José Sánchez Rojas.
La noticia, al ser conocida en la cuidad. ha causado grande y penosísima impresión.

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Si Sánchez Rojas hubiera pensado en escoger un lema para su vida azacaneada, podría haber utilizado muy bien aquel dístico goethiano: “en nada puse mi esperanza”. Rojas pudo ser muchas cosas, en efecto, y no arraigó en ninguna. Su espíritu inquieto era todo desprendimiento y desasimiento. Llevaba consigo su propio ardor y nada exterior podía seducirle. Ni codicia, ni ambición, ni afán de medro: ni aun la gloria literaria le tentaba. ¡a él, tan literato, tan escritor de raza y de temperamento!
Y no es que fuese un indolente. Antes bien, pocos hombres tan dinámicos como Sánchez Rojas. Andariego e inquieto, iba incesantemente de un pueblo a otro, de un tema a otro, de una amistad a otra. Y ello en perpetua vibración, comentando con su verbo caudaloso cuanto le salía al paso, poniendo un interés apasionado en cuanto no le importaba personalmente, dilapidando un caudal de energías en causas que no eran suyas, ganoso siempre de servir a los demás y de hacerles la vida agradable. Rojas ha muerto sin conocer el encono, sin conocer ninguna de las pasiones bajas. Era un espectáculo admirable ver el optimismo radiante que conservaba aun en las horas aparentemente más infortunadas de su vida de estudiante hambrón. Como pocos era invulnerable ante la miseria, ante la mal¬querencia.
Quizá ningún español contemporáneo haya conocido y amado tanto a España como Sánchez Rojas. Le eran familiares las viejas ciudades castellanas, adormecidas a la sombra de sus recuerdos his-tóricos; los puertos del Norte, henchidos de vida pujante, las tierras luminosas del Sur. En cualquier ciudad española Sánchez Rojas estaba como en su casa. De cualquiera de ellas podía hablar inacabablemente con palabra evocadora y cálida.
Este gran nómada que era Sánchez Rojas difícilmente podía fijar su capacidad literaria en una obra firme y coherente. Pero ahí están los innumerables artículos que durante más de veinte años publi¬có en casi todos los periódicos españoles para atestiguar la enjundia y el garbo de su transparente prosa castellana, tan justa y llana, de una elegancia tan natural. La muerte se lo ha llevado en el momento de su madurez, cuando estaba más granado su espíritu y más depurado su estilo. Muere sin dejar un enemigo. ¿Cómo iba a tenerles él, que era pura cordialidad y se entregaba entero a los otros, sin pensar nunca en sí mismo?

2 comentarios:

  1. Muchas gracias por incluir en este blog mi comentario en memoria de José Sánchez Rojas.
    Sobre él, verdaderamente, no se ha escrito mucho desde 1932, con algunas excepciones notables que ya conocemos. Sin embargo, debe subrayarse el reconocimiento de su prosa y su estilo por los contemporáneos, incluso por aquellos que ponían en solfa sus aspecto exterior.

    Ya en 1920 aparece en la Historia de la lengua y Literatura castellana de Julio Cejador y Fauca, en concreto en su tomo XII; en esa década se encuentra una entrada de la Enciclopedia universal ilustrada europeo-americana (Vol. 53, pág. 1236) (el Espasa) y está incluido en la relación de autores que, en 1925, José Francés echa de menos en los Elementos de la Literatura Española e Hispanoamericana de Rufino Blanco Sánchez; y también, en los años 30, en la Historia de la literatura castellana. Estudio histórico crítico que comprende la literatura hispano-americana, de 1933. La Guerra Civil y la postguerra barrieron la memoria del primer tercio del siglo XX, pero en los 40 le rescatan Rafael Santos Torroella (1946), Rufino Aguirre (1946-8) y Antonio Álamo Salazar (1947 y 1949). En los años 50 y 60 Sánchez Rojas es recordado por Federico Carlos Sainz de Robles en 1952 (La promoción de ‘El cuento semanal’, signo, valor y trascendencia de una época de la novela española 1901-1920), Guillermo Díaz-Plaja en 1956 (‘El poema en prosa en España. Estudio crítico y antología’) y Martín Alonso Pedraz en 1962 (Evolución sintáctica del español).

    Curiosamente, en 1936, Sánchez Rojas se cuenta entre los autores seleccionados por Lillo Rodelgo incluidos en su obra pedagógica Triptolemo. Prosistas y poesías de la vida rural. Trozos literarios, notas y ejercicios de gramática sacados de las mismas composiciones, de la editorial Magisterio Español. En 1938, Las mujeres de Cervantes se encuentra entre las obras del Programa de lengua y literatura para las escuelas superiores de Puerto Rico, obra de Carmen Gómez Tejera (1890-1973).

    Miguel Ángel Diego.

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  2. Gracias por su amabilidad y sobretodo la generosidad de compartir su conocimiento sobre Sánchez Rojas y sobre la Literatura.

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