Miguel Ángel Sánchez Santos
Hace muchas lunas pasó por la Ducal Villa un viejo zahorí, y digo viejo porque siempre fue viejo y sabio, creo que desde su nacimiento ya era capaz de vislumbrar su entorno y hasta el más allá.
Antes de continuar leyendo, sepan los que hasta aquí han llegado, que estas palabras tristes tienen que volverse alegres, porque así es el ciclo de la vida que tantas y tantas veces el zahorí extremeño investigó y supo describir como nadie.
Recordarle por las calles de Alba de Tormes pegando carteles de ASCUA mientras conversábamos sobre las próximas actividades y los nuevos proyectos me vuelve nostálgico y tengo que parar…
Le veo agarrado a una campana casi en el vacío, atado a una cuerda de escalada leyendo la inscripción, le veo parando el derribo de la Casa de Lope de Vega, le veo dando una conferencia, le veo escribiendo en su ordenador, le veo paseando con su hija por las calles de Alba, le veo serio mientras lee un libro en un banco del Espolón, le veo levantándose en una reunión comarcal leyéndole la cartilla a todos los asistentes, le veo tomando una cerveza a mi lado… le sigo viendo contando cuentos, le veo ahora también con su media sonrisa y su caminar lento y pausado.
José María Domínguez Moreno murió el pasado 14 de diciembre, festividad de San Juan de la Cruz, en Ahigal, su querida tierra, donde vivía desde que se marchó de Alba de Tormes.
Fue el primer presidente de ASCUA y uno de los miembros fundadores de la Asociación Cultural Albense, fue miembro del Consejo de Salud de Alba, tesorero de la Hermandad de Santa Teresa, director de la revista L’Aceña y presidente de la AMPA del Colegio Santa Isabel.
Entre su multitud de obras cabe destacar las que escribió sobre Alba y su Comarca:
Hoy brindo por ti amigo mío, dando gracias por haber tenido la fortuna de estar junto a un gran maestro.
Antes de continuar leyendo, sepan los que hasta aquí han llegado, que estas palabras tristes tienen que volverse alegres, porque así es el ciclo de la vida que tantas y tantas veces el zahorí extremeño investigó y supo describir como nadie.
Recordarle por las calles de Alba de Tormes pegando carteles de ASCUA mientras conversábamos sobre las próximas actividades y los nuevos proyectos me vuelve nostálgico y tengo que parar…
Le veo agarrado a una campana casi en el vacío, atado a una cuerda de escalada leyendo la inscripción, le veo parando el derribo de la Casa de Lope de Vega, le veo dando una conferencia, le veo escribiendo en su ordenador, le veo paseando con su hija por las calles de Alba, le veo serio mientras lee un libro en un banco del Espolón, le veo levantándose en una reunión comarcal leyéndole la cartilla a todos los asistentes, le veo tomando una cerveza a mi lado… le sigo viendo contando cuentos, le veo ahora también con su media sonrisa y su caminar lento y pausado.
José María Domínguez Moreno murió el pasado 14 de diciembre, festividad de San Juan de la Cruz, en Ahigal, su querida tierra, donde vivía desde que se marchó de Alba de Tormes.
Fue el primer presidente de ASCUA y uno de los miembros fundadores de la Asociación Cultural Albense, fue miembro del Consejo de Salud de Alba, tesorero de la Hermandad de Santa Teresa, director de la revista L’Aceña y presidente de la AMPA del Colegio Santa Isabel.
Entre su multitud de obras cabe destacar las que escribió sobre Alba y su Comarca:
- Nacer, vivir y morir en la Comarca de la Tierra de Alba.
- Medicina popular en la Tierra de Alba.
- Tradiciones, mitos y creencias en la Tierra de Alba.
- Estudio y catalogación de las campanas en la zona oriental de la provincia de Salamanca.
- Isabel de Hungría Princesa y Santa, una obra de teatro sobre la vida de la Patrona de la comunidad de las RR.MM. Isabeles.
Hoy brindo por ti amigo mío, dando gracias por haber tenido la fortuna de estar junto a un gran maestro.
(*) El título hace referencia a la canción del grupo extremeño ACETRE “El paso del Zajorí” que sonaba de fondo mientras escribía estas líneas.
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